¡Señor! Dignos de lástima somos, concédenos Tu favor; somos pobres, confiérenos una porción del océano de Tu riqueza; estamos necesitados, satisfácenos; estamos humillados, danos Tu gloria. Las aves del aire y las bestias del campo reciben cada día su alimento de Ti, y todos los seres participan de Tu cuidado y amorosa bondad.
No prives a este débil ser de Tu maravillosa gracia y, por medio de Tu poder, otorga Tu generosidad a esta alma desamparada.
Danos nuestro pan de cada día y confiérenos Tu abundancia en las necesidades de la vida, para que no dependamos de nadie excepto de Ti, tengamos comunión plena contigo, transitemos por Tus caminos y declaremos Tus misterios. Tú eres el Omnipotente, el Amoroso y el Proveedor de toda la humanidad.