No permitas, oh Dios, mi Dios, que me quede alejado del cielo de Tus dádivas y del sol de Tus favores. Te imploro, por aquella Palabra mediante la cual Tú has subyugado a todas las cosas visibles e invisibles, que me ayudes a mí y a Tus escogidos a lograr aquello que exalte Tu Causa en medio de Tus siervos y por todas Tus regiones.
Ordena, pues, para mí todo lo bueno que has enviado en Tu Libro.
Verdaderamente, Tú eres el Todopoderoso, Quien siempre perdona, el Más Generoso.