¡Oh Proveedor amoroso! Estas almas han prestado oído al llamamiento del Reino y han contemplado la gloria del Sol de la Verdad. Se han elevado hacia los reconfortantes cielos del amor; están enamorados de Tu esencia y adoran Tu belleza.
Se han vuelto hacia Ti, hablando entre sí de Ti, en pos de Tu morada, y sedientos de los arroyos de Tu dominio celestial.
Tú eres el Donador, el Otorgador, el Siempre Amoroso.