El Ḥuqúqu’lláh es, en verdad, una gran ley. Les incumbe a todos presentar esta ofrenda, porque es la fuente de la gracia, de la abundancia y de todo bien. Es una merced que ha de permanecer junto con toda alma en cada uno de los mundos de Dios, Quien todo lo posee, el Más Munífico.
— Bahá’u’lláh