¡Loado sea Tu Nombre, oh Señor nuestro Dios! Tú eres, en verdad, el Conocedor de lo invisible. Ordena para nosotros todo el bien que determine Tu conocimiento que todo lo abarca. Tú eres el supremo Señor, el Todopoderoso, el Bienamado.
¡Toda alabanza sea para Ti, oh Señor! Pediremos Tu gracia en el Día señalado y pondremos toda nuestra confianza en Ti, que eres nuestro Señor. ¡Glorificado eres, oh Dios! Concédenos aquello que sea bueno y apropiado para que podamos prescindir de todo excepto de Ti. Verdaderamente, Tú eres el Señor de todos los mundos.
¡Oh Dios! Recompensa a quienes resisten con paciencia en Tus días, y fortalece sus corazones para que sigan el camino de la Verdad sin desviarse. Otórgales, pues, oh Señor, dádivas tan excelentes que les permitan acceder a Tu gozoso Paraíso. Exaltado eres, oh Señor, Dios. Haz descender Tus bendiciones celestiales sobre hogares cuyos moradores han creído en Ti. En verdad, insuperable eres Tú en conceder bendiciones divinas. Envía, oh Dios, huestes que hagan victoriosos a Tus siervos leales. Tú das forma a las cosas creadas mediante el poder de Tu decreto y conforme a Tu voluntad. Tú eres, en verdad, el Soberano, el Creador, el Omnisapiente.
Di: Dios es, en verdad, el Hacedor de todas las cosas. Él da sustento en abundancia a quien Él desea. Él es el Creador, el Origen de todos los seres, el Artífice, el Todopoderoso, el Hacedor, el Sapientísimo. Él es el Portador de los más excelentes títulos en los cielos y en la tierra y en todo cuanto hay entre ellos. Todos acatan Su mandato, y todos los moradores de la tierra y del cielo celebran Su alabanza, y a Él todos han de regresar.