¡OH MIS AMIGOS! Recordad aquella alianza que celebrasteis conmigo sobre el Monte Parán, situado en los sagrados recintos de Zamán. Tuve como testigos al concurso de lo alto y a los moradores de la ciudad de la eternidad; mas ahora no encuentro a nadie fiel a la alianza. Sin duda, el orgullo y la rebeldía la han borrado de los corazones, de modo tal que no queda de ella ningún rastro. No obstante, sabiendo esto, he esperado y no lo he revelado.