¡Oh Señor! Protege a los niños que nacen en Tu día, que se nutren del pecho de Tu amor y se crían en el seno de Tu gracia.
¡Oh Señor! En verdad, son ramas jóvenes que crecen en los jardines de Tu conocimiento, tallos que brotan en Tus vergeles de gracia. Permite que participen de Tus generosos dones, que prosperen y florezcan bajo la lluvia que cae de las nubes de Tu munificencia.
¡Verdaderamente, Tú eres el Generoso, el Clemente, el Compasivo!