¡OH HIJO DEL HOMBRE! Tú eres Mi dominio y Mi dominio no perece, ¿por qué temes perecer? Tú eres Mi luz y Mi luz jamás será extinguida ¿por qué temes la extinción? Tú eres Mi gloria y Mi gloria no se desvanece, tú eres Mi manto y Mi manto jamás se gastará. Mantente entonces firme en tu amor hacia Mí para que Me encuentres en el reino de gloria.