¡Oh Señor perdonador! Tú eres el refugio de todos estos siervos Tuyos. Tú conoces los secretos y estás informado de todas las cosas. Todos somos débiles y Tú eres el Fuerte, el Omnipotente. Todos somos pecadores y Tú eres el Perdonador de los pecados, el Misericordioso, el Compasivo. ¡Oh Señor! No consideres nuestras faltas. Trátanos de acuerdo con Tu gracia y generosidad. Nuestras faltas son muchas, pero el océano de Tu perdón es ilimitado. Nuestra debilidad es muy grande, pero las pruebas de Tu ayuda y auxilio son evidentes. Así pues, confírmanos y fortalécenos. Permítenos hacer lo que sea digno de Tu Sagrado Umbral. Ilumina los corazones, otórganos ojos perceptivos y oídos atentos. Resucita a los muertos y sana a los enfermos. Confiere abundancia a los pobres, y paz y seguridad a los temerosos. Acéptanos en Tu reino e ilumínanos con la luz de la guía. Tú eres el Poderoso y el Omnipotente. Tú eres el Generoso. Tú eres el Clemente. Tú eres el Bondadoso.