¡Oh Señor! Tú eres Quien disipa todas las angustias y elimina todas las aflicciones. Tú eres Quien aleja cualquier pena y libera a todo esclavo, el Redentor de toda alma. ¡Oh Señor! Redímeme por Tu misericordia y cuéntame entre aquellos siervos Tuyos que han logrado la salvación.