¡OH HIJO DEL HOMBRE! Escribe con la tinta de la luz, en la tabla de tu espíritu, todo lo que te hemos revelado. Si no está en tu poder hacerlo, entonces haz tu tinta de la esencia de tu corazón. Si no puedes hacerlo, entonces escribe con aquella tinta carmesí que ha sido derramada en Mi camino. En verdad, ello Me es más dulce que todo lo demás, para que su luz perdure por siempre.