¡OH ESENCIA DEL DESEO! Muchas madrugadas me dirigí a tu morada desde los dominios de Aquel que no ocupa lugar, y te encontré en el lecho de la comodidad ocupado con otros fuera de Mí. De inmediato, como el rayo del espíritu, regresé a los reinos de gloria celestial, y no lo mencioné a las huestes de santidad en Mis retiros de lo alto.