¡OH PUEBLOS DEL MUNDO! Sabed, en verdad, que una calamidad imprevista os persigue y un doloroso castigo os aguarda. No penséis que las acciones que habéis cometido han sido borradas de Mi vista. ¡Por Mi belleza! Todas vuestras acciones las ha grabado Mi pluma con caracteres claros sobre tablas de crisolito.