¡OH MALEZA QUE BROTA DEL POLVO! ¿Por qué razón tus sucias manos no tocan primero tu propia vestimenta, y por qué con el corazón manchado por el deseo y la pasión tratas de buscar comunión conmigo y entrar en Mi sagrado dominio? ¡Lejos, lejos estáis de aquello que deseáis!