Alabado seas, oh Señor mi Dios, por guiarme al horizonte de Tu Revelación y hacer que sea mencionado por Tu Nombre. Te suplico, por los rayos que difunde el Sol de Tu providencia y por las olas ondulantes del Océano de Tu misericordia, que permitas que mis palabras contengan un vestigio de la influencia de Tu propia excelsa Palabra, para que atraigan así las realidades de todas las cosas creadas. Potente eres para hacer Tu voluntad por medio de Tu maravillosa e incomparable Palabra.