¡Oh bondadoso Señor! Otorga confirmaciones divinas a esta hija del reino, y ayúdala bondadosamente a que se mantenga firme y constante en Tu Causa y, cual ruiseñor del rosedal de los misterios, entone melodías en el Reino de Abhá con los más bellos acordes, y traiga con ello alegría a todos. Enaltécela entre las hijas del reino y permítele alcanzar la vida eterna.
Tú eres el Otorgador, el Amoroso.