Crea en mí un corazón puro, oh mi Dios, y renueva una conciencia tranquila dentro de mí, oh mi Esperanza. Por medio del espíritu del poder, confírmame en Tu Causa, oh mi Bienamado, y con la luz de Tu gloria, revélame Tu camino, oh Tú que eres el Objeto de mi deseo. Mediante la fuerza de Tu transcendente poder, elévame hasta el cielo de Tu santidad, oh Fuente de mi ser, y con las brisas de Tu eternidad, alégrame, oh Tú que eres mi Dios. Haz que Tus eternas melodías me inspiren tranquilidad, oh mi Compañero, y que las riquezas de Tu antiguo semblante me libren de todo salvo de Ti, oh mi Maestro, y que las nuevas de la revelación de Tu incorruptible Esencia me traigan alegría, oh Tú que eres el más manifiesto de lo manifiesto y el más oculto de lo oculto.