¡Oh mi Dios! ¡Oh Tú que dotas a todo poder justo y dominio ecuánime con gloria perdurable y poder sempiterno, con permanencia y estabilidad, con constancia y honor! Ayuda mediante Tu gracia celestial a todo gobierno que trate a sus súbditos con justicia, y a toda autoridad soberana, derivada de Ti, que resguarde a los pobres y a los débiles bajo el estandarte de su protección.
Te suplico, por Tu divina gracia y abundante munificencia, que ayudes a este gobierno justo, el dosel de cuya autoridad se extiende sobre vastos e imponentes territorios y las evidencias de cuya justicia son perceptibles en estas regiones prósperas y florecientes. Ayuda, oh mi Dios, a sus huestes, alza sus insignias, confiere influencia a sus palabras y declaraciones, protege sus territorios, acrecienta su honor, amplía su fama, revela sus signos y despliega su estandarte mediante Tu fuerza que todo lo sojuzga y Tu poder resplandeciente en el reino de la creación.
Tú, ciertamente, ayudas a quienquiera que desees, y Tú eres, verdaderamente, el Todopoderoso, el Omnipotente.