¡OH VOSOTROS QUE PARECÉIS INTACHABLES, PERO POR DENTRO ESTÁIS CORROMPIDOS! Sois como agua clara, pero amarga, que aparentemente es pura y cristalina, pero de la cual ni una gota es aceptada al ser probada por el divino Catador. En efecto, el rayo del sol cae por igual sobre el polvo y el espejo, sin embargo al reflejarse difieren como la estrella difiere de la tierra, es más, ¡inmensurable es la diferencia!